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Antonio Escohotado, el último gran intelectual

Se cumplen dos años del fallecimiento del filósofo Antonio Escohotado


Antonio Escohotado. Fuente: HangarMagazine

Decía Chesterton que “a cada época le salva un pequeño puñado de hombres que tienen el coraje de ser inactuales”. Yo, humilde soy, me he permitido el lujo de modificar la frase de la siguiente manera: a cada época le salva un pequeño puñado de hombres que tienen el coraje de ser intelectuales. Hoy, 21 de noviembre, se cumplen dos años desde que nos dejase uno de esos hombres que tuvo el arrojo de entregarse al estudio y entendimiento. Hablamos de uno de los grande sabios de nuestros tiempos, Antonio Escohotado, el último gran intelectual.


En un día como hoy allá por 2021, el filósofo fallecía en su “Ibiza privada” a los 80 años de edad tras una vida dedicada apasionadamente al descubrimiento y al estudio. En un mundo en el que nos hemos acostumbrado a la simplificación radical de la realidad, en el que huimos despavoridamente de la reflexión y de la razón, recordamos a Escohotado no como un tipo inactual – como decía Chesterton –, sino como un hombre adelantado a su tiempo, un revolucionario de época; algo que, en más de una ocasión, le costó varios enemigos y disgustos.


Escohotado fue, sin duda alguna, un sabio que no obtuvo en vida todo el reconocimiento que su obra merece, una mente brillante y provocadora, desafiante en muchas de sus posturas que no dejaron a nadie indiferente. Es por ello que, desde la Colmena, queremos rendirle un pequeño homenaje.


Escohotado de joven. Fuente: Hyperbole

Jurista, filósofo, traductor, profesor universitario y ensayista entre otras cosas, nació en Madrid en el año 1941 en el seno de una familia acomodada. Amante de la libertad individual y crítico acérrimo de las restricciones gubernamentales, pronto se convirtió en un adicto al conocimiento. Escohotado desafió la ortodoxia y lo políticamente correcto siempre desde la razón y el pensamiento, "donde te va llevando la investigación, ahí donde la pesquisa te pone".


Su vida fue una danza entre las líneas de la ley y las fronteras de la conciencia, lo que le permitió adentrarse en los entresijos de la filosofía, la sociología y la política. Ha escrito obras que forman ya parte de la historia ensayística como "Caos y Orden", "Realidad y Substancia", "Rameras y Esposas", "Retrato del libertino", "Setenta semanas en el trópico" o "Hitos del sentido". Sin embargo, sus dos grandes obras tal y como él mismo afirmó en reiteradas ocasiones, han sido "Los enemigos del comercio" e "Historia general de las drogas".


En "Los Enemigos del Comercio", Escohotado realiza un viaje revelador a través de las corrientes de pensamiento que, a lo largo de la historia, han desconfiado y condenado al comercio y al libre mercado. Desde las filosofías antiguas hasta las corrientes contemporáneas, desentraña las raíces del rechazo hacia el intercambio económico, ofreciendo una crítica aguda a las narrativas que han buscado limitar la libertad comercial.


Por otro lado, "Historia general de las drogas" constituye un auténtico tratado sobre el cosmos de las sustancias psicoactivas, su tema diferencial. La obra se convierte en una ventana hacia la comprensión de la psique humana y las motivaciones detrás del consumo de drogas. Escohotado explora cómo las drogas han sido utilizadas para la búsqueda espiritual, la creatividad y el autoconocimiento, desafiando la noción de que su uso ha sido siempre patológico.


Principales obras de Escohotado. Fuente Actualidad Literatura

Sus estudio sobre estas sustancias le llevó a participar en importantes tertulias televisivas en las que siempre defendió la despenalización de las drogas, contra las que decía que existía "una cruzada similar a la de la brujería" en la Edad Media. Siempre sostuvo que la prohibición solo lleva a la marginalización y a una guerra sin fin, como es la del narcotráfico. Profundo creyente y defensor de la autonomía del individuo entendía que cada uno era dueño de sus actos y de su vida, porque “de la piel para adentro impera la autonomía de la voluntad”. Por eso, estaríamos facultados para hacer uso de estas sustancias en beneficio personal, atendiendo a la máxima de que sólo la dosis hace del remedio un veneno, las sustancias son neutras de por sí.


Comunista convencido durante gran parte de su vida, llegó a acudir a la delegación de Vietnam en París para alistarse como voluntario en el Vietcong. Una vez allí, le dijeron que no había posibilidad de que cupiera por los túneles de la resistencia y que, si quería contribuir con la cusa, lo mejor que podía hacer era aportar económicamente. Con el paso de los años y convencido de su error como defensor de la hoz y el martillo, ideología que definió como "la religión del no ser", comenzó a estudiar en profundidad para engendrar precisamente "Los enemigos del comercio". Cumplió condena en prisión tras ser víctima de una trampa de la Brigada Central de Estupefacientes de Madrid, por lo que fue hallado culpable por parte de la Audiencia de Palma por un delito de narcotráfico en grado de “tentativa imposible”.


Jano García (izquierda), uno de los discípulos de Escohotado, conversando en Ibiza junto a su maestro. Fuente: La Emboscadura

En sus últimos años, su obra y pensamiento comenzaron a ganar popularidad, dándose a conocer internacionalmente gracias a la labor de su hijo Jorge Escohotado, quien trasladó todo su trabajo a través de las redes sociales para que todo el mundo, especialmente los jóvenes, pudiesen acercarse a la figura de Antonio. Tras una vida trepidante y rocambolesca, Escohotado fallecía el 21 de noviembre de 2021 junto a su familia en la que fue su casa durante tantos años; Ibiza. Antonio ha sido uno de los grandes sabios de los últimos tiempos y, quizás, el último gran intelectual que ha dejado una importante escuela: Jano García, Fernando Diaz Villanueva o Juan Ramón Rallo entre otros.


En los tiempos en los que vivimos, cuando parece que hemos abandonado la razón y se dinamita la liberta del individuo, recordamos a Antonio Escohotado con la admiración que merece. Ojalá pudiésemos seguir disfrutando de su inteligencia y contar con su opinión. Seguro que podría arrojarnos luz sobre las no pocas situaciones complejas que nos toca vivir a día de hoy. Por todo ello y más, este artículo está redactado en recuerdo de Antonio Escohotado, un rebelde con causa, un pensador incansable sediento siempre de conocimiento.

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