Comprendiendo la moción de censura de 2023
Las mociones de censura como mecanismo constitucional, la pérdida del sentido de Estado de los grupos parlamentarios y el uso de la misma como herramienta preelectoral
Esta semana el conjunto de los españoles ha podido presenciar la celebración de una moción de censura convocada por el grupo parlamentario Vox, firmada por los 52 diputados del partido y el candidato a presidente del gobierno Ramón Tamames.
La moción de censura comenzó con la intervención de un Santiago Abascal encogido frente al resto de grupos parlamentarios, argumentando que estos deslegitimaban el uso del mecanismo constitucional por parte de su grupo parlamentario, ya que el resto de formaciones políticas cuestionaban si el verdadero fin de la moción de censura era presentar elecciones. El jefe de partido de la formación verde corroboraba en reiteradas ocasiones la necesidad de “acabar con la legislatura suicida” del gobierno de Pedro Sánchez. De esta manera confirmaba su intención de convocar elecciones tras adquirir el ejecutivo.

¿Pero era realmente la finalidad de la moción de censura adquirir el poder ejecutivo y presentar las elecciones anticipadas del 28M a poco más de medio año del final de legislatura? Esta pregunta tiene una fácil respuesta, aunque haya sido mencionada de manera tácita en varias ocasiones por el mismo grupo parlamentario que la presenta.
Ramón Tamames es el supuesto enfoque de esta moción de censura en lo que el grupo parlamentario que la presenta radica en su razón como candidato a presidente del gobierno. Elegido por Vox como figura que representa un momento de acuerdo de la nación como lo es la transición. Tamames tuvo una larga trayectoria política destacando su militancia en el Partido Comunista Español, exponiéndolo como símbolo de acuerdo entre dos extremos políticos.
En sus intervenciones a lo largo del procedimiento constitucional dejó constancia de los “problemas importantes” en los que el candidato a presidente del gobierno criticó la presente legislatura, pero, realmente, no se vio ninguna propuesta real de gobierno como le recriminaron varios miembros del ejecutivo de coalición en distintas ocasiones desde las figuras de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz e incluso el secretario federal de política del PSOE, Patxi López.
Después de esto la pregunta queda más que contestada, aunque Gamarra Ruiz Clavijo del grupo parlamentario popular da la postura del mismo a falta de la presencia de Feijóo en la que justifica los motivos de abstención del conjunto de los populares, esto por no estar de acuerdo con el uso de la moción de censura alegando que se han convocado cuatro de estas en los últimos seis años, y por estar en contra del gobierno de Pedro Sánchez.

Los socialistas han advertido a los populares de su radicalización por el hecho de abstenerse y no votar en contra como en la anterior moción de censura. Esto les ha servido como estrategia política para fortalecer su posición y dificultar las elecciones al PP, puesto que lo último que el grupo popular querría sería gobernar con Vox.
Desde la penúltima moción de censura en la que Mariano Rajoy perdió el poder ejecutivo y lo tomó Pedro Sánchez, la formación, que era una clara derecha, tuvo que moderarse más hacia el centro perdiendo su identidad pero asentando una nueva. Cuando Pablo Casado se radicalizó hacia la antigua derecha del PP hubo una crisis en el partido tras la cual lo terminó sustituyendo Feijóo, que jugó de nuevo un papel moderado. Este papel es el que al partido le conviene mantener si no quiere desinflarse en las elecciones.
Es obvio que la penúltima moción de censura marcaría una serie de situaciones en las elecciones, parece ser que el objetivo de Vox es quedarse con el mayor número de votantes del Partido Popular, situación que podría facilitar la posibilidad de que Vox gobernase en coalición y hasta en igualdad de condiciones con el Partido Popular y aparte otros grupos mixtos.
Es una moción que ha nacido muerta respecto a lo que al mecanismo constitucional estipula, es decir, adquirir el poder ejecutivo por mayoría absoluta de los votos de los diputados del congreso, pero que, sin embargo, tiene la finalidad de poder debilitar al Partido Popular para formar un futuro gobierno de coalición.