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El baile de entrenadores del Chelsea

Frank Lampard vuelve al club londinense, a menos de dos semanas de enfrentar al Real Madrid en Champions

Frank Lampard vuelve al Chelsea y se convierte en el cuarto entrenador que pasa por el banquillo blue. El inglés firma por lo que resta de temporada, de manera interina, mientras que el club busca un nuevo técnico (Nagelsmann o Luis Enrique, en principio) que se haga cargo del equipo para la próxima temporada.


Tras Thomas Tuchel, Graham Potter y Bruno Saltor (también como interino), Lampard se hará con las riendas del Chelsea, a menos de dos semanas de competir en Europa contra el Real Madrid en el Santiago Bernabeu. Esta será la segunda etapa del ex futbolista de los londinenses.


En la primera, después de hacer un gran papel con el Derby Country, tuvo la responsabilidad de mantener al equipo en puestos Champions mientras cumplían una sanción en la que no tenían permitido fichar. Lampard, en aquella temporada, logró el objetivo, dando importancia a la cantera y creando jugadorazos como Mason Mount, Reece James, Abraham o Tomori, entre otros. El año siguiente, sin embargo, el proyecto quedó estancado, pues no hubo mejoras pese a hacer un mercado histórico.


Kai Havertz, Timo Werner, Chilwell, Ziyech y Mendy se unieron al equipo por una cifra que ronda los 250 millones de euros. Lampard, en este caso, no supo sacar el máximo potencial de una plantilla llena de estrellas, y fue destituido para poner en su lugar a Tuchel, que ganó aquella edición de la Champions League.


Lampard dirigiendo al Chelsea. Fuente: 20Minutos

Nadie puede negar el gran trabajo del inglés al frente de un club histórico, pese a que el reto de la segunda temporada le quedara grande. Gracias a él, el equipo pudo competir en Europa, con un grupo de jóvenes talentos que ya habían explotado definitivamente. Esto sentó las bases para el nuevo mánager, que consiguió el ansiado título que todo club europeo desea ganar.


Esta era la dinámica en el banquillo blue durante la era de Roman Abramóvich como dueño del Chelsea. No había mucha paciencia con los entrenadores, y se buscaban resultados inmediatos. Sin embargo, nunca hubo la necesidad de contratar tres técnicos distintos en una sola temporada.


Para entender la inestabilidad que está habiendo a día de hoy en el Chelsea, hay que volver a 2022. Casi dos décadas después, y tras la construcción de uno de los equipos más laureados desde 2003, Abramóvich tuvo que marcharse de Londres una vez iniciada la guerra entre Rusia y Ucrania. La amistad del magnate ruso con Putin hizo saltar todas las alarmas en Inglaterra, por lo que actuaron rápidamente, obligando al dueño de los blues a malvender el club que él mismo había situado en la élite del fútbol europeo.


El comprador ha sido un fondo de inversión americano, liderado por Todd Boehly, un nombre que no ha parado de sonar en el mundo del fútbol desde este mismo verano. El estadounidense ha llegado al deporte rey para revolucionar lo ya conocido y poner todo patas arriba. 4940 millones de euros le costó el Chelsea, de los que 2900 millones fueron a parar a una cuenta británica congelada, que será donada íntegramente a causas humanitarias. Los otros 2040 millones de euros, que se invertirán en el club, entre fichajes, infraestructuras y la academia.


Todd Boehly. Fuente: DAZN

De esos 2040 kilos, 611 ya se han ido en el mercado estival e invernal de esta misma temporada. 611 millones de euros (sin contar variables) en dos ventanas de fichajes. Enzo Fernández, Mudryk, Fofana, Cucurella… todos ellos han contribuido a esta desproporcionada cantidad. ¿Cómo han intentado esquivar el fair play financiero? Haciendo contratos larguísimos para repartir todo ese dinero entre diferentes años, dejando muy poco margen de maniobra y confiando en que todos y cada uno de los refuerzos cumpla las expectativas.


Más allá de los jugadores, han pasado por el club 4 entrenadores. Thomas Tuchel no era del agrado de Boehly, y a la mínima oportunidad decidieron destituirlo. Movimiento cuanto menos sorprendente, pues el alemán había cambiado la cara del club y había sacado gran potencial a futbolistas muy importantes. Además, unos días antes del despido, el técnico ahora del Bayern Múnich pidió el fichaje de Aubameyang, que tras la marcha de su principal valeedor, ha jugado entre poco y nada.


Todd Boehly había decidido este movimiento desde que se hizo cargo del Chelsea, puesto que Tuchel no le ayudaba con los fichajes y quería centrarse únicamente en su plantilla. Entonces, tiene aún menos sentido tomar la decisión de prescindir de sus servicios cuando el mercado veraniego ya había terminado, en vez de hacerlo en julio cuando daba comienzo la pretemporada y la ventana de transferencias.


Hay que apuntar que Todd Boehly viene del béisbol, y no conoce en profundidad el fútbol como tal. Él mismo lo demostró en una charla que dio a principios de temporada, en la que quedó sorprendido por el sistema de ascensos y descensos en la Premier League. Además, se lució proponiendo nuevas alineaciones como el 4-4-3, utilizando 12 futbolistas. Por ello, todo lo que está viviendo es totalmente nuevo para él, y aún está aprendiendo.


Tuchel se fue para dar entrada a la apuesta de cara a futuro del estadounidense: Graham Potter. El Chelsea le robó el entrenador al Brighton, en una operación que costó alrededor de 30 millones (¡por un técnico!). Potter intentó imponer sus ideas, sin pretemporada y sin conocer a los jugadores. En enero, por si fuera poco, llegaron 9 jugadores nuevos, que no conocían el club, ni a sus compañeros, ni siquiera el idioma.


Graham Potter con el Chelsea. Fuente: TyCSports.com

Los resultados, como es lógico, no acompañaron al nuevo mánager, pero Boehly seguía reafirmando su confianza en Potter. Pese a que los goles y las victorias llegaban a cuenta gotas, el equipo jugaba bien, y creaba muchas ocasiones por partido. Sin embargo, el escaso control de las áreas, tanto a nivel defensivo como ofensivo, sumergió al plantel en una crisis de rendimiento del que no conseguían salir. El club está actualmente undécimo, a cinco puntos de Conference League y a catorce de Champions. Solamente se salvan por estar vivos en la presente edición de la máxima competición europea, en cuartos contra el Real Madrid.


Parecía que la temporada iba a terminar así, esperando ver una mejoría en los resultados y brotes verdes en el proyecto de Potter. Pero no. La destitución en Alemania de Nagelsmann hizo saltar todas las alarmas en el consorcio americano que dirige al Chelsea. Aprovechando que el equipo se estrelló tras la vuelta del parón de selecciones frente al Aston Villa, la paciencia de los estadounidenses se acabó de golpe, y Graham Potter fue destituido de su cargo (sin tener nada cerrado).


Bruno Saltor se haría con las riendas de los blues mientras la directiva tomaba una decisión. Luis Enrique, que afirmó que tenía ganas de dirigir a un equipo inglés, y Nagelsmann, que de la noche a la mañana se quedó sin trabajo, eran los dos principales candidatos. Pero, para sorpresa de nadie, otro giro de 180 grados cambió los planes. Ni uno ni otro será, por ahora, el entrenador del Chelsea. Hasta final de temporada, Frank Lampard se hará cargo de una plantilla muy difícil de dirigir y sin tiempo para reaccionar.


El inglés deberá dar su máximo, como ya hizo en su momento, para salvar el año de la mejor manera posible y, por qué no, superar al máximo favorito en Champions League, por imposible que parezca a día de hoy. En liga, hará lo posible para clasificar a alguna competición europea, pues muchos de los fichajes de este verano no jugarán en un equipo que compite únicamente a nivel nacional.


¿Qué sentido tiene echar a tu principal apuesta para contratar un interino que ya ‘fracasó’ en su momento? ¿Por qué ahora, a dos semanas de enfrentar al Real Madrid en el partido más importante de la temporada? ¿Cuál es el plan del Chelsea?


Cada vez surgen más dudas alrededor de Todd Boehly, pero cada vez sorprende menos. Está haciendo una gestión difícilmente superable, en la que está hundiendo más y más al Chelsea.


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