La lucha por el voto se libra cantando
La campaña electoral de las próximas elecciones municipales y autonómicas o cómo usar la música como arma política
Las campañas electorales en España suelen dejar bastantes imágenes para el recuerdo que permanecen en las retinas de todos durante años. Ha pasado bastante tiempo, pero todo el mundo recuerda al exlíder de Ciudadanos, Albert Rivera, posando desnudo para un cartel electoral o acercándose un perro a la nariz para olerlo.
El 'circo' no se monta por casualidad, y el dato del 23% de indecisos de media que arrastra España en los diferentes comicios se presenta como una explicación bastante acertada de por qué en estos días vemos a dirigentes políticos protagonizando vídeos, actos y ocurrencias a los que, por mucho tiempo que pase, nunca termina uno de acostumbrarse. Cada voto cuenta, y para ganar cada voto cada acto llamativo, también.
En estas elecciones, no obstante, la originalidad ha llegado a un nuevo nivel cuando los partidos han explotado un concepto que, si bien no es nuevo, nunca se había explotado en tanta abundancia: las canciones parodia. Estas se basan en copiar ritmos ya existentes de canciones famosas que todos reconocemos por la melodía, pero cambiando la letra para adaptarla al mensaje que quiere dar el partido. Los más atrevidos incluso se han lanzado a crear canciones completamente originales, aunque no todos con el mismo éxito. La línea entre crear una campaña de diez en comunicación política y dar vergüenza ajena es tan fina que no son pocos los casos en los que se ha acabado traspasando.
Por empezar con algún caso que no ha salido del todo bien, podemos tomar de ejemplo la versión que Podemos Málaga lanzó versionando el famoso tema Tití me preguntó de Bad Bunny, y en el que, modificando la letra, introducen mensajes como "una Málaga verde", "una Málaga de todos" o "en el PP no confío". Aunque queda un videoclip que podría calificarse de simpático, los mensajes quedan demasiado forzados, que hacen que la canción pierda musicalidad en muchos tramos y se vea, simplemente, como un mensaje político con música de fondo, y esto es precisamente lo que se debe evitar para garantizar su éxito. Además, el dirigir de manera tan clara un vídeo de este tipo a un nicho de votantes tan ajustado (los jóvenes), limita mucho la capacidad de éxito de la campaña.
Sin embargo, por mucho que pueda sorprender, este tipo de recursos se han contado por aciertos en la reciente campaña, destacando tres casos de auténticos referentes en comunicación política.
Por un lado, el más exitoso de todos ha sido sin duda el tema Ganas de Madrid que acompaña a la campaña de la Presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Se trata de una canción simple, con una letra de dos únicos versos y con poca musicalidad. Suficiente para demostrar que en ocasiones menos es más. La prueba de ello, los cientos de vídeos que puede uno ver usando la canción en la aplicación de TikTok, llegando a usarse incluso en vídeos de contextos nada políticos, de tan difícil acceso para cualquier campaña. Prácticamente todo el mundo ha escuchado la canción y probablemente se la sepa. Parece simpática incluso entre personas que jamás se plantearían votar a Ayuso. Eso es lo que demuestra que es un éxito incontestable.
Si bien en Málaga no han estado especialmente acertados, todo lo contrario ha ocurrido en Barcelona donde el equipo de comunicación de En Comú Podem (la marca de Podemos en Cataluña) ha demostrado el talento al que nos tienen acostumbrados (son unos auténticos expertos en el empleo de nuevas tecnologías en campaña). Con su animada canción Això sí que és culpa de Colau, han llevado a cabo una estrategia no muy usada en política: convertir los ataques en fortalezas, ironizando con que se le atribuya a la alcaldesa todos los problemas que asolan la ciudad. Utilizan igualmente un recurso tan simple como eficaz en campañas (más en las de carácter local): la ilusión y la alegría. En un periodo en el que la izquierda española cae demasiado en el error de creer que lo que más moviliza a su electorado es el miedo a lo que tienen enfrente, estas campañas son un atisbo de luz de que hay quien ve que nada moviliza más a alguien que la ilusión por lo que hace.
Por último, no se puede olvidar la reciente contribución de Izquierda Unida en Extremadura a la campaña, en este sentido, con el que es quizás uno de los mejores vídeos políticos de la campaña. Se trata de una versión ligeramente modificada de la popular canción de folklore extremeño Jara y Retama, marcando mensajes potentes y emotivos a la par tales como "verdes eran los sueños, la partitura, que cambiaban el futuro de Extremadura" o "no permitas que nadie sueñe tu sueño. Esta tierra de todos no tiene dueño". Una prueba de que, incluso para lanzarse de lleno al futuro, en ocasiones viene bien volver a las raíces.