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La Premier League sanciona al Everton por incumplir el juego limpio financiero

Los toffees reciben una reducción de 10 puntos por parte de la comisión independiente que les deja en puestos de descenso


El Everton fue sancionado este pasado viernes por vulnerar las normas de beneficio y sostenibilidad de la Premier League en la temporada 2021-22. El equipo de Liverpool pierde 10 puntos y pasa de 14º a 19º, solo por delante del Burnley, con los mismos puntos (4). Esta sanción sienta un precedente muy importante en la historia del fútbol inglés, no sólo al ser el primer castigo correspondiente a saltarse las normas financieras, sino al haberse impuesto la mayor reducción de puntos de la liga.


La plantilla del Everton en un minuto de silencio
El Everton sufre la mayor reducción de puntos de la historia de la PL. Fuente: CNN

El club ha sacado un comunicado en el que se muestra "conmocionado y decepcionado" por la decisión "desproporcionada e injusta" de la Comisión de la Premier League. Los toffees apelarán la resolución a una segunda comisión independiente para intentar reducir el castigo, pues el club se ha mostrado "abierto y transparente en la información proporcionada a la Premier League y siempre ha respetado la integridad del proceso."


Por si fuera poco, Burnley, Leeds y Leicester City han anunciado que van a denunciar a los nuevos propietarios del club, 777 partners, por dichas irregularidades. Además de los tres equipos mencionados, Nottingham Forest y Southampton podrán recibir una compensación económica, al haber luchado por el mismo objetivo respetando las normas y por tanto, en una situación desigual.



¿Qué es el fair play financiero?

Para entender por qué el Everton ha sufrido una reducción de puntos hay que saber cuál es la vigente norma del financial fair play (FFP) en la Premier League. La liga inglesa te permite tener pérdidas de hasta 105 millones de libras en los últimos tres años combinados. Hay dos grandes objetivos detrás del FFP: controlar el gasto de los clubes para reducir las pérdidas y las deudas y controlar el dopaje financiero, que se traducía en la inflación del mercado de fichajes.


Lo que la Premier League intenta establecer con estas normas es, por lo menos, igualar ingresos y gastos y a su vez controlar la financiación de los dueños. La falta de transparencia, la lenta actuación y los conflictos de intereses no han permitido que esta herramienta cumpla su principal función, pero parece que todo puede cambiar a partir de ahora, con este primer precedente.


Financial fair play
Juego limpio financiero. Fuente: Infobae

La sanción se ha producido por infracciones relacionadas con el curso 2021-22, por lo que las temporadas que el comité independiente tiene en cuenta para medir el juego limpio financiero son la 2019-20, 2020-21 y la propia 2021-22. Durante estos años, el Everton ha perdido más de 300 millones de libras. Sin embargo, gran parte de estas pérdidas que se pueden deducir, no son evaluables como tal, al pertenecer al llamado gasto limpio: dinero invertido en infraestructuras, la academia, el equipo femenino, los efectos de la pandemia…


De esas 305 millones de libras, se contabilizan como tal por el comité independiente alrededor de 124,5 millones, o lo que es lo mismo, 19,5 millones de libras superior al límite establecido. Más de la mitad del gasto era referente a la construcción del nuevo estadio y al impacto de la pandemia.



¿Qué ha llevado al Everton a superar el límite del FPF?

Uno de los clubes más grandes de la historia de Inglaterra se ha visto sumido en una crisis económica muy poderosa que le ha llevado a pelear el descenso en las últimas temporadas. No hay una única razón por la que los toffees se han visto envueltos en esta situación.


Para empezar por el principio, habría que echar la vista atrás, cuando el Everton intentaba colarse en Europa y romper de esta manera el marcado big 6. Para alcanzar el objetivo, el club invirtió una gran cantidad de dinero en el mercado de fichajes, construyendo un proyecto muy ambicioso. Sin embargo, no tuvieron éxito. Los resultados deportivos no reflejaron el gasto en la plantilla, lo que les privó de recibir los ingresos esperados.


La economía se vio entonces fuertemente debilitada, y la situación no presagiaba tiempos mejores, sino todo lo contrario. Los sobrecostes de la plantilla durante años, con fichajes sobrepagados, altos salarios y sobre todo, amortizaciones de traspasos anteriores, ahogaron financieramente al club y hundieron al equipo en la clasificación.


Los de Liverpool, tras el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, también perdieron una financiación muy poderosa del oligarca ruso Alisher Usmanov, lo que disminuyó considerablemente los ingresos.


Sin embargo, el club ya contaba con estos problemas para cuadrar sus cuentas de cara al juego limpio financiero. Pese a que el Everton afrontaba unas pérdidas históricas, fue otro factor lo que sumió a los ingleses en incumplir las normas: los intereses por la construcción del estadio en Bramley Moore Dock.


El nuevo estadio del Everton en construcción
El nuevo estadio del Everton en Bramley Moore Dock. Fuente: Récord

Como se ha mencionado anteriormente, la construcción de infraestructuras (en este caso, el estadio) está dentro del gasto limpio, por lo que no debería de entrar en las regulaciones del fair play. No obstante, el Everton intentó colar intereses de la obra del nuevo campo tanto en la temporada 2020-21 como en la 2021-22.


La Premier League solamente aceptó esos sobrecostes para una de las dos temporadas. Esas pérdidas entraron en el gasto no evaluable de la temporada 2020-21 pero no en la 21/22, donde se cuestionó la legitimidad y la falta de detalles en las cuentas que mandó el Everton.


Una vez terminada la investigación de la Premier League, el caso llegó al comité independiente, que es el que se encarga de juzgar la información recolectada en dicha investigación. Esta comisión ha sido la que ha penalizado finalmente al Everton con la deducción de 10 puntos.


Thomas Horgan, aficionado de los Toffees nos da su opinión sobre lo sucedido: ”Es una situación completamente ridícula. 10 puntos por pasarse solamente 19 millones, encima debido a la contabilidad, es una vergüenza. La Premier League solamente quiere enseñar que pueden hacer frente a las infracciones del FFP por sí mismos.”


Volviendo al comunicado que sacó el propio club tras saberse la sanción, dejan claro que “monitorizarán con gran interés las decisiones que se tomen en otros procesos que tengan que ver con las normas de la Premier League sobre beneficios y sostenibilidad.” En otras palabras, y sin entrar en eufemismos, estarán muy atentos a los casos de Manchester City y Chelsea.



¿Qué pasa con los 115 cargos del Manchester City o con la nueva investigación contra el Chelsea?

Los casos de los dos gigantes también investigados por la Premier League son mucho más complejos y por ende, más duraderos.


El Manchester City se enfrenta a más de 100 incumplimientos de las normas desde 2009. Más de una década de juego sucio y trucos para vulnerar la normativa vigente en cada etapa hasta el día de hoy.


Pochettino, Sean Dyche y Guardiola
Chelsea, Everton y Manchester City contra las cuerdas. Fuente: The Sun

Según el canal de La Media Inglesa, los citizens, que ya han sido investigados por la Premier League y ya han pasado el caso a la comisión independiente, se enfrentan a este centenar de cargos por las siguientes razones:


  • No ofrecer una visión real de la posición financiera del club, al esconder gastos, inflar patrocinios o inventarse diferentes fuentes de ingresos.


  • No ofrecer detalles completos de la remuneración de jugadores y entrenadores, con pagos fuera de la contabilidad del club para reducir los gastos y que no se tengan en cuenta en el juego limpio financiero.


  • No respetar las normas de juego limpio financiero, pues todo el dinero invertido fuera de la contabilidad del club habría culminado en exceder los límites establecidos por la liga inglesa.


  • No cooperar en la investigación de la Premier League.


Esta última razón es por lo que se está retrasando tanto el caso: la falta de colaboración. El Everton, por su parte, colaboró en todo momento presentando las cuentas y los motivos de la infracción del FFP, mientras que el Manchester City encubre todas sus gestiones y no presenta ninguna ayuda ni cooperación a los investigadores.


El Chelsea, por otro lado, está empezando a ser investigado por parte de la Premier League. Esto significa que se encuentra en un estadio muy prematuro del proceso, donde se está recogiendo la información y analizando lo sucedido.


La investigación contra los blues se abrió por una denuncia de los nuevos dueños ante la falta de información financiera durante los años anteriores a su llegada, en la anterior década.


Según han recogido diferentes medios, Román Abramóvich utilizó empresas en paraísos fiscales para pagar a diferentes entidades para favorecer al Chelsea. De esta manera, pudieron acometer fichajes y saldaron deudas sin vulnerar el fair play financiero, encubriendo estos gastos entre diferentes empresas del dueño ruso.


Todd Boehly con los nuevos fichajes
El Chelsea puede haber sobrepasado los límites del FFP. Fuente: SkySport

Todd Boehly y Clearlake Capital están dispuestos a colaborar y a presentar toda la información correspondiente, esperando no recibir ninguna sanción (o el menor castigo posible) al ser infracciones cometidas por el dueño anterior.


Sin embargo, estos nuevos dueños pueden no tener las manos tan limpias como parece. Pese a que afirman que este año se han cumplido los límites de FFP, parece que los números no respaldan estas palabras. En las temporadas 2020-21 y 2021-22, el club tuvo unas pérdidas de 153 y 121 millones de libras respectivamente. Además en la anterior campaña, 2022-23, el gasto neto en fichajes fue de 480 millones de libras.


Parece que las sanciones a Manchester City y Chelsea llegarán y serán sanciones históricas, teniendo en cuenta el antecedente que ha supuesto el caso del Everton. No obstante, habrá que esperar durante mucho tiempo hasta saber la resolución final, pues son procesos largos, complicados y lejos de finalizar por el momento. Los plazos son una incógnita y a priori se prolongarán durante varios años.


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