Esta última semana, se ha afirmado en los medios de comunicación que esta presente temporada sería la última temporada del colegiado valenciano
Cuando hablamos de fútbol, los elementos que aparecen en la cabeza de cualquier aficionado son: equipos, jugadores, balón, entrenadores, afición, … y los árbitros. Estos últimos son un gremio que, normalmente, genera dos tipos de sentimientos: amor y odio. Sus decisiones son las que, a veces, determinan qué equipo gana y quién pierde. Y cuando cometen un error grave, más aun sabiendo la tecnología que tienen disponible, sus decisiones y supuestas preferencias son cuestionadas en los principales programas deportivos de nuestro país. Si preguntásemos a los aficionados del fútbol español el nombre del primer árbitro que se les ocurriese, muchos de ellos nos dirían el de Mateu Lahoz.
Procedente del Comité de la Comunidad Valenciana no es un árbitro al uso. ¿Cómo debe ser un árbitro? Debe ser una persona tolerante, tener un conocimiento profundo sobre las normas, debe ser una persona calmada y con confianza en sí misma, también debe hacerse respetar por los jugadores y ser profesional, entre otras muchas cualidades. Antonio Mateu Lahoz no sólo reúne estas, en mayor o menor medida y algunas de ellas de forma distinta, sino que posee otras de las que los demás árbitros carecen.
Siempre caracterizado por tener una sonrisa de oreja, ya fuese por querer mostrar una imagen de un colegiado afable y simpático, o porque le gustaba demasiado estar en el foco audiovisual. Han sido innumerables las veces que el programa ‘El día Después’ ha hecho reportajes cortos sobre sus actuaciones arbitrales en las que se mostraba al árbitro como un amigo de los jugadores. ¿Qué hay de malo en querer relacionarse genuinamente con la gente con la que compartes área de trabajo? Precisamente, porque crear una buena relación con los futbolistas, puede favorecer el respeto entre jugador y árbitro. Sin embargo, Mateu Lahoz, en algunas ocasiones, se ha olvidado que era árbitro y ha traspasado la línea.
Las apariciones de Lahoz en citas importantes son dignas de un árbitro de categoría mundial. Es el colegiado más con más partidos arbitrados en Copas del Mundo de la historia moderna de España. Ha dirigido 5 encuentros en dos Mundiales (Rusia 2018 y Qatar 2022), además de varios partidos en Juegos Olímpicos y otros tantos en Eurocopas, Champions League o Copa del Rey. Y qué decir de LaLiga. Es el tercero con más partidos, después de Iturralde González y Undiano Mallenco. Es normal que, entre tantos partidos, tenga algunos días malos. Todos somos humanos y cometemos errores, y hay que recordar que sus decisiones pueden ser clave. Uno de esos “días para olvidar" ocurrió en el Mundial de Qatar. En el partido de cuartos de final entre Países Bajos y Argentina, sacó la friolera de 14 tarjetas amarillas y una roja, una señal de que la situación lo sobrepasó sin ser ello normal en una árbitro con su experiencia.
Mateu Lahoz está a punto de finalizar su vida arbitral. A él le gustaría continuar, pero a sus jefes no. No sabemos los motivos, pero todo parece indicar que le quedan unos pocos partidos de liga doméstica. Medina Cantalejo, presidente del Comité Técnico de Árbitros, le ha ofrecido estar la temporada que viene solamente en el VAR, pero al colegiado valenciano no le convence mucho esta oferta porque le gusta estar en el césped. Con independencia de sus actuaciones a lo largo de su carrera, los aficionados y jugadores echarán de menos a uno de los árbitros más mediáticos del fútbol español.