Shakira, 'clara-mente' empoderada
Actualizado: 24 ene
La cantante colombiana saca una controvertida nueva canción junto a Bizarrap llena de empoderamiento y con mensaje a su expareja
La tercera ola de la teoría feminista está situada por los politólogos e historiadores en un margen que va desde los años 60 del siglo pasado hasta más o menos mediados de los 90, y se caracterizó por conllevar la división del movimiento en diferentes corrientes como la del feminismo liberal o el feminismo radical, que entre sus proclamas llevaba la ya famosa frase “lo personal es político”. Sin abandonar esta idea, el feminismo de cuarta ola -que comienza con el inicio del nuevo siglo- lo protagonizarán mujeres que, a través del uso de las últimas tecnologías como redes sociales, comienzan a denunciar públicamente situaciones de misoginia o abuso sexual que viven o han vivido. Famosos son ya los hashtags como #MeToo o #NiUnaMenos e incluso canciones como Canción sin miedo de la artista mexicana Vivir Quintana.
Sin haber vivido, afortunadamente, situaciones de esta índole, Shakira ha querido sumarse a eso de usar las canciones y las redes sociales a modo de protesta, como forma de empoderarse y de demostrarle al mundo que lo está. Y lo ha hecho con su nueva canción en colaboración con el ya famoso productor argentino Bizarrap, que ha acompañado a artistas de la talla de Nathy Peluso, Quevedo o Residente, en una de sus conocidas Bizarrap Sessions. En concreto, la de la barranquillera fue la número 53, pero seguro que no pasará a la historia musical como una más.
El revuelo de la canción viene a cuenta de las muchas indirectas que Shakira lanza durante toda la letra a su ya expareja, el exfutbolista Gerard Piqué (llegando a culparlo de sus problemas con Hacienda), tales como “yo solo hago música, perdón que te sal-pique", “a ti te quedé grande y por eso estás con una igualita que tú" o “una loba como yo no está pa´ novatos”, lo que, unido a la gran producción que ha hecho Bizarrap, ha conseguido que el tema supere ya las cien millones de reproducciones en YouTube y se haya colado en los temas más escuchados de diferentes plataformas digitales.
Como siempre, toda gran repercusión viene acompañada de una gran crítica, y en este caso han venido a cuenta de dichos ataques a su exmarido, que muchos consideran fuera de lugar. Quizás sacar una canción con comentarios tan explícitos hacia él no sea lo más elegante del mundo, pero con ello Shakira demuestra ser humana. Demuestra que, como toda persona que es humillada, se siente herida, atacada y vejada y, en lugar de convertir esos sentimientos en algo que verdaderamente ocuparía titulares, decide sacar de ello un producto artístico, agarrarse al micrófono como forma de superar un mal momento.
Durante toda su carrera, la cantante colombiana ha sido comparada con la figura de una loba -especialmente desde que sacó su single con el mismo nombre - y con esta última canción ha enseñado a todo el mundo que "la loba" se siente herida y está dispuesta a defenderse. Caer en el “no debería haberlo hecho, debe ser elegante” es encasillarla en una perfección que nunca buscó y quizás pueda llegar a tener un punto hipócrita -¿cuántos no hubiesen deseado tener a Bizarrap al lado en determinados momentos que han vivido para volcar toda esa frustración en una canción?-. En ocasiones se juzga el comportamiento de los personajes públicos desde un prisma de perfección que ni uno mismo podría mantener en su propia vida, y eso le lleva a asegurar con toda la seguridad del mundo que uno nunca sacaría una canción señalando a alguien que le ha hecho daño -aunque probablemente en esa situación haría algo mayor-. No se puede tampoco criticar a Shakira por cantar "cambiaste un Rolex por un Casio" si se baila al mismo tiempo "nadie cambia un Mercedes por un Kia" cuando lo canta Mora.
Pero si hay una crítica que se ha repetido en todas las redes sociales estos días ha sido la de si no pensó en los hijos que tienen en común antes de sacar la canción. No deja de ser una reflexión curiosa, no tanto por el pensamiento en sí mismo, sino porque esta no se hizo en ninguno de los comportamientos que ha tenido Piqué durante este tiempo y que podrían perfectamente haber sido sujetos de esa misma pregunta. Es ella la que debe callarse, mantener el pudor y las formas mientras es humillada públicamente porque esto es lo que se espera de una buena madre: que ponga a sus hijos por delante de absolutamente todo, incluso de ella misma, encasillando en el papel de mala madre a toda aquella que se atreve a no seguir esta línea, y esto es algo que se repite en multitud de ocasiones. Volvemos con ello a la premisa del feminismo radical: “lo personal es político”.
El exjugador del Barcelona no se ha quedado indiferente, y lleva días aprovechando el tirón de la canción para promocionar su nuevo proyecto en la red social Twitch, por ejemplo, llevando un reloj de la marca Casio -nuevo patrocinador de dicho proyecto- en las retransmisiones en directo o llegando a la zona de grabación conduciendo un Twingo. No obstante, no se ha puesto tan en duda la pulcritud de este comportamiento, si es elegante o no, si debía hacerlo o si sus hijos podrían verse perjudicados por ello.
Sí, es probable que los hijos de Shakira y Piqué no estén pasándolo bien con el circo que se ha montado en torno a su familia, y quizás ni la canción de su madre ni los comportamientos de su padre vayan a hacerles ahora mismo ningún bien, pero llegará el día, no dentro de mucho, que esos niños sean mayores y que entiendan perfectamente lo que supuso esa canción para su madre. Verán que ella una vez estuvo rota, pero tuvo la fuerza necesaria para continuar y para sacar arte de ese golpe, que como toda persona sintió rabia y quiso expresarlo al mundo y que quizás no lo hizo de la mejor manera. Se puede debatir acerca de si esto es verdaderamente empoderamiento, y de si sacar la canción fue buena idea o no, pero poco debate cabe sobre cómo dio un paso al frente para quedar claro que ni es perfecta ni busca serlo, sino que es simplemente humana, lo más humano que una persona puede ser.