La madrugada del pasado jueves día 9 será recordaba en Hamburgo como un día triste en el que 25 disparos acabaron con la vida de 8 personas.
Cerca de las 21:00 el alemán Philipp Fusz, de 35 años, irrumpió armado con una pistola semiautomática para la que disponía de licencia como tirador deportivo en Kingdom Hall, un local dedicado al culto de los Testigos de Jehová en Hamburgo (Alemania). Una vez dentro, empezó a disparar de forma indiscriminada contra el medio centenar de fieles que participaban en la ceremonia religiosa de la que, apenas año y medio antes, él había formado parte. Según el portavoz de la Oficina de Investigación Criminal, Thomas Radzuweit, el joven habría abandonado la congregación "de forma voluntaria, pero no de buenas maneras".
Aunque todavía es pronto para determinar las motivaciones que le impulsaron a llevar a cabo la matanza, todo apunta a que podría tartarse de una discusión con algún miembro. Se descartan, así, los motivos políticos, terrorismo o radicalización; además, la Policía, ha indicado que es posible que el agresor sufriera alguna enfermedad mental. Los testigos relatan los múltiples balazos que el atacante dirigió contra los fieles y que acabaron con la vida de siete de ellos; según la Fiscalía, son cuatro hombres, dos mujeres y una bebé de siete meses de gestación que aún no había nacido y cuya madre sí ha sobrevivido. Ninguno de ellos eran parientes del atacante. Además, otras ocho personas resultaron heridas y cuatro de ellas permanecen en estado grave. Finalmente, tras la llegada la Policía alemana, se escuchó un tiro final: el atacante había decido suicidarse en la planta superior del local.
Poco tiempo después de conocerse la noticia, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha condenado el suceso: "Es un acto de violencia brutal". Scholz también ha manifestado su apoyo a las víctimas y los familiares del ataque registrado en el barrio, Gross Borstel. Además, en su cuenta de Twitter, ha apoyado a los servicios de seguridad y emergencia quienes "han tenido que enfrentarse a esta difícil operación".
¿Quiénes son los testigos de Jehová?
Solamente en Alemania se estima que hay unas 175.000 testigos de Jehová, de los cuales 3.800 residen en Hamburgo, según The Guardian. Este movimiento cristiano se estableció en Estados Unidos a fines del siglo XIX, y paradójicamente, tiene entre sus preceptos la no violencia. Además, son conocidos por una serie de dogmas como el rechazo de las transfusiones de sangre o no celebrar ninguna fiesta que no esté basada en la Biblia, como por ejemplo los cumpleaños. Desgraciadamente, este no ha sido el único caso reciente de violencia en Alemania, ya que el país se ha visto sacudido por varios tiroteos masivos en los últimos años. Sin ir más lejos, en febrero de 2020, un hombre de extrema derecha mató a tiros a diez personas en la ciudad de Hanau, en el centro de Alemania. Y en 2019, dos personas murieron después de que un neonazi intentara asaltar una sinagoga en Halle, coincidiendo con la festividad judía de Yom Kippur.
