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Una marea verde que llega a los Goya

La manifestación en defensa de la sanidad pública se ‘cuela’ en la gala entrega del famoso galardón

Si Karl Marx dijo hace no tanto aquello de “un espectro recorre Europa, el espectro del comunismo” bien podría decir a día de hoy que una marea recorre la Comunidad de Madrid, la marea verde en defensa de la sanidad pública, con permiso de aquellos que, algunos años después, dirían que lo que la recorre es igualmente el ‘comunismo liberticida’.


El pasado domingo 12 de febrero las calles del centro de Madrid volvieron, no sin dificultades, a llenarse de médicos, amas de casa, periodistas… personas de a pie que salieron a defender lo que creen como suyo y que no es otra cosa que un servicio sanitario público y de calidad. Esta protesta callejera, la segunda relativamente masiva en los últimos tres meses, se encuadra dentro de la jornada de huelga que los sanitarios mantienen contra el gobierno de Ayuso, o, mejor dicho, contra las condiciones de trabajo a las que dicho gobierno les tiene sometidos, y que dura ya desde el pasado 21 de noviembre.



Manifestación del pasado domingo 12. Fuente: El País

Es importante recalcar un aspecto del anterior párrafo: no sin dificultades, porque si a algo hemos asistido estos días es a un uso de las instituciones como forma de frenar la protesta social ciudadana. Se puede estar más o menos de acuerdo con la motivación de la protesta, creer que lo que se busca es un rédito político más que social o que hay determinados partidos políticos que están detrás de la misma, y todo ello es perfectamente lícito. Lo que es más cuestionable, y más en un sistema democrático, es que quien está en el poder entorpezca el derecho a manifestarse que tienen todos los ciudadanos por el hecho de serlo, y eso debería preocupar a todos los ciudadanos, incluidos aquellos que concuerden más ideológicamente con la posición del gobierno que con la de los manifestantes. Si consideramos lícito que un gobierno obstaculice una manifestación por no creer justificados los motivos, ¿qué puerta abrimos a que lo haga siempre de manera arbitraria?


En concreto, esta actitud, que se ha denunciado en redes sociales, se ha identificado por parte de dos administraciones de la Comunidad de Madrid: el gobierno regional y el Ayuntamiento de la ciudad. Los segundos, por ejemplo, a través de la imposición de multas a algunas personas que en la calle repartía folletos sobre la manifestación del domingo 12, dificultando la labor de los periodistas que cubrían el evento con el acceso a una famosa azotea del centro de la ciudad o desactivando determinadas cámaras cercanas al núcleo de concentración. Por otro lado, la Comunidad de Madrid ha prohibido recientemente la posibilidad de colgar carteles anunciando las movilizaciones en los diferentes centros de salud o recoger firmas en apoyo a la misma en estos centros.


La movilización, no obstante, ha conseguido un apoyo social sin precedentes, colándose el tema sanitario en diversos foros sociales que han tenido lugar en estos meses. El más destacado sin duda fue la pasada entrega de los premios Goya el pasado 11 de febrero -día anterior a la movilización- en el que muchos de los asistentes, no precisamente anónimos, mostraron su apoyo a esta manifestación o aprovecharon sus diferentes intervenciones para realizar un alegato en defensa de la sanidad pública, como fue el caso del periodista Jordi Évole o la viuda del cineasta Carlos Saura. Precisamente a cuenta del discurso de esta última, el perfil oficial de Twitter de la Comunidad de Madrid salió al paso de sus críticas con un mensaje un tanto cuestionable, y que muchos califican como impropia de una institución, más si tenemos en cuenta que lo que Eulalia Ramón leyó fue un discurso en nombre de su difunto esposo.



La familia de Carlos Saura recoge el galardón. Fuente: El País

La polémica revivió el pasado lunes tras un mensaje de agradecimiento en redes de parte de la organización del evento a QuirónSalud, la empresa médica privada que se encargó del servicio médico en el acto, y, viendo que de nuevo el sector médico y el gobierno de la Comunidad no llegan a un acuerdo tras múltiples reuniones, esta protesta social no parece que vaya a acabar pronto. El conflicto a cuenta de la sanidad pública parece ser ya la principal arena en la que se ‘lucharán’ las próximas elecciones del 28 de mayo, y cada contrincante comienza a ocupar sus posiciones.



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